miércoles, 26 de julio de 2017

El jardín de mi abuelo Pedro








La tarde va muriendo en el jardín 
con el aroma de jazmín al viento.
La tarde ya arde lejos del jardín,
con fulgores purpurinos de incienso.

Y del rosal, sintiéndome atraído,
a oler una rosa se acercó mi alma,
y al notar su fragancia, conmovido,
vi yo la luz de una emoción lejana,

de una doncella cuyo amor sentía,
cuando al bailar el cabello esparcía 
y el aroma de su pelo aspiraba.

Tras  sentir el olor que conocía,
las lágrimas de mis ojos corrían
junto a la fuente en que saltaba el agua...




Doncel



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