viernes, 14 de noviembre de 2014

TRENES






 

 
 
 
 



Los descubrí con nostalgiosos ojos,
descascarados esqueletos en las vías,
y recordé la infancia de sonidos,
de blanca luz, de intensa poesía.

Descubrí el pauso raudo de los trenes
por las vías de las calles de mi barrio,
cuántas cosas intensas de nostalgias
apretadas en los puños del antaño.

Recordé ir de la mano de mi madre
caminando, observando bien las vías,
sus palabras intensas de cuidados,
ayudándome a crecer, día por día.

Así los ví, oxidados por el tiempo
los vagones aquellos de mi infancia,
recostados contra el cielo color plomo,
esqueletos rumorosos de distancias.

Cuántas palabras ocultas en su seno
depositarias de historias sin fronteras,
la magia de un vagón con sus rumores
trae a mi alma rumor de brisas frescas.

Aquel encanto ha sido hecho añicos,
hoy el vértigo febril de nuestros tiempos,
nos lleva a devorar hora tras hora,
en aras del confort y del progreso.

Recuperemos los ojos de la infancia,
asombrados, curiosos, tan inquietos,
y revivamos en horas de nostalgias,
la mágica actitud de aquellos tiempos.




 Estela Passaglia

1 comentario:

  1. Un poema cargado de recuerdos y añoranza. Una mirada al pasado, a la niñez,a esa etapa llena de alegría y buenos recuerdos. Excelente, Estela.

    Un abrazo.

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