domingo, 30 de noviembre de 2014

EMBELESADO











       Embelesado,  al atardecer, contemplo
       la naturaleza, mi gran pasión,
       sentado, desde el porche de madera
       de la casa de mi abuelo Timoteo.
       ¡Mágico atardecer!; las golondrinas
       zigzaguean por los cielos,
       y el sol entre frutales
       se pasea por la cuesta sonriendo.
       Enfrente mío, un viejo
       y encorvado nogal, que por otoño
       suele dar buenas nueces,
       como sombra bendita por verano.
       En una cuesta empinada hacia el campo
       y situada a las afueras del pueblo,
       orientada hacia el norte,
       está la casa vieja de mi abuelo,
        Rodeada de manzanos,
        con fértil y lindo huerto,
        donde madrugadores
        los pardales y gallos, felices son
        en su diario recreo.
        Cuando hace frío en el corredor, fuera
        por fuerte y chillón viento,
        la fosca y hojas secas
        se amontonan en poblados regueros;
        los arroyos del valle
        bajan escarchados y con duro hielo;
        las sendas grisáceas,
         caminos cenicientos,
         y el humo blanco de las chimeneas,
         ese característico olor a pueblo.
         Es tal la felicidad
         mía...., la naturaleza contemplo,
         desde el corredor de  madera
         de la casa de mi abuelo:      
         cuento primaveras y vivo otoños
         y embelesado sueño. 





            Fco. Tras de las casas

1 comentario:

  1. Excelente poema, que evoca tiempos pasados, recuerdos traídos al momento actual. Has dibujado con palabras, un bello cuadro del lugar. Muy bien.

    Saludos.

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