miércoles, 9 de abril de 2014

ESPERAR



 


 
No hace mucho tiempo, 
un joven en el andén de una estación esperaba el tren.
Era un día soleado y,
 como el tren tardaría en llegar 
buscó un banco donde sentarse.
Se sentó en un banco en el que estaba sentado un anciano.
-¡Bonita mañana! ¿Que tren coges muchacho?
-El tren de las 10, ¿y usted?
-El último de todos
-¿Y que hace aquí tan pronto?-preguntó el joven sorprendido.
-Esperar
-¿A qué espera?
-Espera y verás

Cuando estaba llegando tren de las 10,
 el anciano se levantó y se subió.
El joven, desconcertado, lo acompaño.
-¿No esperaba el último tren?
-Debo enseñarte algo.

El joven, perplejo, escuchó al anciano
 durante todo el trayecto.
Le hizo comprender el valor de la espera,
su lado positivo y su lado negativo.

Cuando salió del tren, sabía ver la espera en cada rostro.
La espera había cobrado forma
 en cada uno de los detalles a su alrededor.
 
 
 
 
 
 
JAVIER PRATS
 
MIEMBRO  DEL BLOG  L'ALBADA


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